PROFECÍAS PARA EL SIGLO XXI
(elaboradas y publicadas desde el día 1 de marzo de 2005)
A propósito del término PROFECÍA, dice el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española…
Del lat. prophetia, y éste del gr. profhteˆa.
1. f. Don sobrenatural que consiste en conocer por inspiración divina las cosas distantes o futuras.
2. Predicción hecha en virtud de don sobrenatural.
3. Cada uno de los libros canónicos del Antiguo Testamento, …
4. fig. Juicio o conjetura que se forma de una cosa por las señales que se observan en ella.
5. pl. Libros canónicos del Antiguo Testamento, …
Desde hace varios siglos, los hombres han apreciado a los profetas, solicitando sus profecías con vistas a prepararse para lo que acontecería en un futuro más o menos próximo.
¿Son útiles los profetas y sus profecías…?
¿Pueden ser útiles las profecías que se efectúen ahora sobre el futuro de los trastornos por déficit de atención…?
En nuestra opinión puede ser muy importante considerar la acepción número 4 del DRAE:
Profecía: «Juicio o conjetura que se forma de una cosa por las señales que se observan en ella»
De acuerdo con esta definición de profecía, PROFETA es el individuo que «por señales o cálculos hechos previamente, conjetura y predice acontecimientos futuros»
Es evidente que en ciencia no pueden considerarse seriamente los aspectos mágicos del término profecía o profeta. Pero en ciencia, sí es perfectamente admisible considerar los aspectos que hemos destacado y, conviene, como a los antiguos, escuchar y tener en cuenta a los modernos profetas y sus profecías, con vistas a regular los avances científicos y prepararse para lo que sobrevendrá en un futuro próximo.
El siglo XXI ha sido descrito como el siglo «del cambio». Durante este siglo los cambios sociales y económicos que sobrevendrán como consecuencia de los tecnológicos serán muchos y frecuentes. Con respecto a los déficit de atención, los avances tecnológicos implicarán cambios ideológicos,…, que pondrán claramente de manifiesto errores cometidos con anterioridad y desmitificarán algunos de éstos.
La rápida y óptima adaptación de los profesionales y las organizaciones a estos cambios proporcionará mayores éxitos en los diagnósticos y los tratamientos, sean éstos de la naturaleza que sean: médicos, educativos, psicológicos, …
Por su notable interés, incluimos en esta página algunas de estas profecías ya anunciadas por algunos especialistas en este campo y de las que nos declaramos partidarios:
A lo largo del presente siglo y de manera progresiva se producirán los siguientes hechos….
1. Los avances en investigación biomédica producirán un efecto en la sociedad de progresiva «medicalización de los problemas de conducta en la infancia, adolescencia y adultez».
Esto quiere decir que los problemas de conducta se mostrarán a la población, por parte de los profesionales de la Medicina (Psiquiatras y Neurólogos) como una mera cuestión de funcionamiento biológico inadecuado, ignorando la influencia de los factores ambientales (educación, marketing, modelos sociales,….) en la aparición y mantenimiento de los hábitos.
Consecuencias:
Se requerirá una mayor presencia de profesionales de la medicina en las tareas de diagnóstico de cualesquiera problemas de conducta.
Se desarrollarán y emplearán instrumentos y métodos de exploración neurológica cuyo empleo será muy frecuente en clínicas privadas y ocasional en hospitales públicos.
Se diseñarán nuevas sustancias farmacológicas cuyo empleo será promovido, a instancias de los fabricantes, a través de actividades de difusión tanto entre profesionales (cursos, congresos, revistas científicas) como de población general (revistas de divulgación, periódicos, radio, tv,…)
El diseño de estrategias terapéuticas y el control y supervisión de los tratamientos estará en manos de Psiquiatras y Neurólogos.
Se reducirá al mínimo la intervención de profesionales Psicólogos en tareas de diagnóstico y diseño de estrategias de tratamiento.
Se asignará a los Psicólogos un papel estrictamente secundario en tales tareas: administración de tests, cumplimentación de cuestionarios de entrevistas, aplicación de técnicas complementarias: relajación, dinámicas de grupo, grupos de apoyo,…
Se consolidará la cronificación de los padecimientos: el paciente lo será para toda la vida y el tratamiento farmacológico (nunca terapéutico) se deberá mantener a muy largo plazo. Lo cual será la consecuencia lógica de considerar la «conducta no deseada» como resultado de un mal funcionamiento biológico y no como resultado de la interacción de factores disposicionales (biológicos algunos y psicológicos otros) con factores del medio.
¿Tiene usted dudas al respecto de esta profecía? Recuerde:
«Juicio o conjetura que se forma de una cosa por las señales que se observan en ella«
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2. Los modelos explicativos sobre el TDAH, propuestos por los Drs. Barkley y Brown, y defendidos por un número elevado de profesionales en diversos países (recuérdese que se propone sustituir el término «Trastorno por Déficit de Atención» por «Trastorno por Déficit del Control de los Impulsos», de fundamento bio-médico, será sustituido o modificado progresivamente por otro de fundamento bio-psico-social.
Estos modelos, de gran aceptación entre profesionales de la Medicina y menor entre Psicólogos, conviene a los planteamientos antes descritos: medicalizan los problemas del individuo y cronifican sus problemas durante toda la vida [no conviene olvidar quién financia las investigaciones, la asistencia a Congresos Internacionales y los viajes de ambos prestigiosos científicos…]
No podrán mantenerse sin modificaciones cuando las investigaciones pongan claramente de manifiesto que los entrenamientos en Habilidades Cognitivas e Instrumentales, llevadas a cabo por profesionales competentes bajo la dirección de un profesional de la Psicología o PsicoPedagogía, permiten la óptima adaptación de los individuos, pese a no consumir ningún tipo de fármacos.
Si es el funcionamiento de su cerebro el que «causa» los problemas…., tal y como defiende el modelo del Dr. Barkley, ¿cómo se explica entonces que, tras las intervenciones psicopedagógicas, el individuo no presente tales problemas?.
Si el deficiente funcionamiento «ejecutivo» del lóbulo frontal y la deficiente «memora de trabajo» se explican por un déficit de neurotransmisores, tal y como defienden ambos y les apoyan bastantes profesores «universitarios»…., ¿para qué se proponen las intervenciones psicoeducativas?.
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3. La actual clasificación de los TDAH en subtipos: Inatento, Hiperactivo-Impulsivo y Combinado se modificará para considerar dos Tipos Fundamentales de Trastornos, asociados a dos características de base biológica diferente: los actualmente denominados «Inatentos» dejarán de ser considerados un subtipo y adquirirán una categoría propia, independiente de la correspondiente al subtipo Combinado. El subtipo Hiperactivo-Impulsivo tenderá a desaparecer de este grupo de Trastornos.
Las razones para esta afirmación se encuentran en los trabajos publicados desde el año 2000, en los cuales se ponen de manifiesto diferencias muy significativas en las dificultades y características de estos problemas, así como en sus muy diferentes respuestas a los tratamientos farmacológicos y psicopedagógicos (McBurnett y otros, 2000; Carlson y Mann, 2000, 2002; Milich y otros, 2003; Bauermeister y otros, 2005)